lunes, 26 de agosto de 2013

PLACEBO CANCERÍGENO

Fumo, fumo y fumo
como si detrás de cada brizna de tabaco quemada
 fuera a encontrar una respuesta.
Falso, me estoy matando.

Un deseo de humo venenoso  que se transforme
en una esencia encantadora en el aire.
El incentivo que necesitaba mi espera.
Y esto sigue siendo una mentira visceral.

No está, no hay ayuda,
ni asistencia técnica,
ni rezos
ni páginas web que valgan
es una desesperación personal.

Y en la pasividad de emociones
¿qué es lo que pasa? ¿Qué?
Sin respuestas, sin eso, sin ella,
si, sin ti.

Pero esta calada que estoy dando ahora,
es la última de esta manera.
De esta dejadez.
De esta melancolía buscada.
Lo prometo.

Pero ya lo dije, es mentira.  

Me estoy liando otro cigarro
sin haber acabado este siquiera.

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