Dime tú donde encuentro lo auténtico
si me ahogo en una olla sucia
de aceite de repetido.
A servir dos tazas por favor.
Eres la misma comida de ayer,
soy el sucio excremento de mañana
que estorba a frenazos
la limpieza pura y tranquila.
Ya lo sé, sigo estando equivocado
teniéndolo delante,
me llama a voces desde la ventana
¡pelea por cambiarla!
¡así el camino no avanza!
Golpes me hacen aprender
que debo guiar los pasos
allá donde suenan las risas
entre morados ocasos
que mejoraran mi anochecer.
Que así funciona,
ya no me engaño
uno puede ser uno
u ochenta y tantos.
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