La luz se repite,
se repite la luz,
se asemeja un segundo a otro
ando enclaustrado en tiramisú.
Color, colores de gamas
altas, medias o bajas
pero sigo sin encontrar
aquel que buscaba.
Cuéntame otra vez ese cuento
el del viento que susurraba
que no era leyenda sino Historia
que pasó, que más bien pasaba.
Y se va, y miro como se va
¡mira como se está yendo!
como el autobús de la estación
sumido en un tránsito eterno.
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