miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA COBARDE ESPERADA

Que felices éramos,
cuando aún no sabíamos nada,
disfrutábamos de nosotros y ya.

Entonces, ya te deseaba,
a ti y a esa sonrisa
que me infectaba
hasta tener otra más grande incluso.

Extraño el olor de tu éxtasis húmedo
entre mis sabanas, o tal vez en mi piel.

Esos días de falta de sueño y luz tenue de alba
donde tú estabas con mente de hoy
y yo con cuerpo de mañana.

Sin saber que poco a poco
te perdías en ti misma,
te tomabas tu tiempo,
mientras yo esperaba lo que supuse cierto.


Y ya solo me queda, la foto pixelada
en la puerta de un bar,
que me chivaba el futuro y sin saberlo.

Te fuiste con tus plumas rosadas y tu miedo
y tan sólo vuelves en escasas ocasiones,
para hacerme más daño. 

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