La Chica Otis

Son almas solitarias que nunca se tocaran,
bajo el pretexto de un mensaje nunca escrito.

Mandan  caricias de consuelo,
y las palabras a mí me saben a  tiritas.
Somos y seremos, la tribu de cuchufletas.

De esos que esperaron,
el amor verdadero,
que una mierda gorda se comieron.
(Y perdóname la rima, pero me ha salido de dentro)

En este clan, las verdades son pocas,
pero suficientes al fin y al cabo.
Viviendo en un ambiente de mala paz
y de una interna guerra.

¿Cómo se puede crecer así feliz?

Desvarío, lo siento otra vez,
pero es que me da coraje que estemos los dos solos
y no poder revolcarnos,
por vivir en este ascensor al que llamo,
sociedad del egoísmo existencial.

Algunos resistimos, ¿Cuánto durará?
(Mierda, he vuelto a rimar)